Los 10 mejores álbumes de rock de 2025: el año en que los riffs reinaron y el género sigue reinventándose


El final del 2025 está a la vuelta de la esquina. Este año será recordado como un periodo plagado de emociones ya que, sin un intervalo de por medio, tuvo más momentos épicos de los que podríamos contar. Reímos con la kiss cam de Coldplay, lloramos con la muerte de Ozzy Osbourne, festejamos el regreso de Oasis y la lista puede seguir hasta el 2026. Sí, 12 meses de puro vértigo.

La música no se quedó atrás (nunca lo hace). El hip hop puso las barras, el reguetón y la salsa se juntaron para mandar a bailar a más de uno, el metal subió la vara con riffs demoledores y nuevas apuestas, ¿Y el rock? El rock continúo la misma senda de reinventarse así mismo, sin perder la fórmula que lo mantuvo como “el género rey” durante décadas.

Desde el blues rock hasta el hardcore punk, el rock tuvo un gran 2025 ya que supo encontrar un balance entre los nuevos sonidos y aquellos que marcaron el camino porque, como dice Alfredo ‘El Tano’ Favalli, “lo viejo funciona, Juan”.

Son muchos los proyectos que quedaron por fuera de esta lista, pero esto no quiere decir que sean “malos”. Nada que ver. Al final de cuentas, es un tema de gustos y percepción porque no todos tenemos el mismo paladar.

Algunos coincidirán con la selección, otros no tanto. Sin embargo, el objetivo de todo esto es celebrar la música, descubran artistas que hayan pasado por alto y, por sobre todas las cosas, disfruten de los sonidos del pasado, los del hoy y los que están por venir.

10. Joe Bonamassa – Breakthrough

Joe Bonamassa no necesita introducción. Con 25 años de carrera y 17 discos en solitario, el virtuoso de la guitarra nos presenta una de sus producciones más maduras y emocionales hasta la fecha. Una plagada del blues y hard rock que escucharías en un bar, mientras enciendes un cigarro y disfrutas de una buena cerveza: “Breakthrough”.

Con “Breakthrough”, Bonamassa demuestra que, además de ser un genio con la guitarra, es todo un maestro en la composición y diversidad de géneros que van desde el blues, siguen por el hard rock y terminan en el soul. Si bien algunos pueden extrañar sus obras más tempranas donde el virtuoso “volaba” sobre el diapasón, su nuevo álbum es un balance perfecto entre riffs pesados y una voz que te llega al alma.

La canción homónima del disco es la introducción perfecta para mostrarnos “un mundo duro” y sin contemplaciones; “Still Walking With Me” llega con todo el blues groove de los ’80 y “Broken Record” es el artista al desnudo, mientras te cuenta su paso por esta vida con un meloso soul y un despliegue de acordes cautivador: Now, I’ve been lost on this road for too long, for too long / I’ve been lost in the wilderness for too long, too long / Singing the same old song.

Si esto no es suficiente y tu paladar prefiere algo más pesado, “You Don’t Own Me” es la respuesta a todos tus problemas: un rock rápido e intenso, donde Joe Bonamassa despliega su arsenal. “Breakthrough” es un gran disco para quienes descubren a Bonamassa y se adentran en el mundo del blues. Por otro lado, el álbum es todo un mimo para los que disfrutan de buenas melodías y el rock de la vieja escuela.

9. Guerilla Toss – You’re Weird Now

Si el metal tuvo este 2025 a “I Don’t Want to See You in Heaven” de The Callous Daoboys, el rock dijo “retruco” y presentó su versión de caos controlado donde los sintetizadores, un groove pegajoso y la psicodelia conviven en perfecta armonía: “You’re Weird Now” de Guerrilla Toss.

Desde su irrupción en el 2011, Guerrilla Toss no ha parado de crecer. Primero se presentaron al mundo como una banda de punk rock, noise rock y no wave. Sin embargo, con el paso de los años, evolucionaron hasta llegar a un dance-punk, neo-psychedelia y art rock que recuerda al estilo de Talking Heads o The B-52s, y “You’re Weird Now” es prueba de esa madurez “rara” e inusual.

Como dijimos al principio, “You’re Weird Now” es una fiesta donde el caos está asegurado, pero bajo control. El disco combina -perfectamente- punk psicodélico, new wave, art-pop, dance-punk y hasta funk en una mezcla sin igual. “Krystal Ball” es el inicio ideal entre un buen riff y ritmo pegadizo, donde Kassie Carlson te avisa de qué va el álbum: I’m so / Sorry / I came to party.

“Psychosis Is Just a Number” es el sueño rítmico de todo bajista y los que buscan sonidos enloquecidos, mientras que “Life’s a Zoo” es eso mismo: la vida es un zoológico. Una canción salvaje y frenética donde todos somos libres, y cada vez que la escuchas te permite descubrir algo más.

Al final del día, “You’re Weird Now” es un disco que lo puedes amar si te gusta experimentar sin límites u odiar si no toleras el caos. Para bien o para mal, el último álbum de Guerrilla Toss se puede definir de la siguiente forma: una fiesta extremadamente divertida y pegadiza, donde la palabra “aburrido” está prohibida.

8. AFI – Silver Bleeds the Black Sun…

Siguiendo al pie de la letra la icónica frase de Favalli, AFI se aleja cada vez más del hardcore punk que los caracterizó para profundizar en su viaje de post-punk y rock gótico que comenzaron en el 2016 con “Burials”. Con madurez y un carácter innegable, la banda de california sacudió al mundo con “Silver Bleeds the Black Sun…” y nos volvió a recordar por qué una de las décadas doradas del rock fueron los ’80.

Al mejor estilo de Siouxsie and the Banshees, Joy Division, Bauhaus y the Cure, AFI nos sumerge en un viaje lleno de madurez gótica: un ambiente compuesto por sintetizadores, el bajo característico del post-punk en las manos de Hunter Burgan y todo el drama en la voz de Davey Havok, quien brilla como nunca en canciones como “Behind the Clock”, “Holy Visions” o “Ash Speck in a Green Eye”.

Sí, la banda se aleja más y más del sonido de álbumes como “The Art of Drowning” (2000) y se sumerge de lleno en un mundo oscuro y gótico. Pero eso no es algo malo. Es una muestra de madurez y de que las etapas, al igual que los dolores del pasado, se queman con el paso del tiempo.

Al final del día, como toda buena historia que requiere su estilo narrativo, AFI optó por una forma más dramática para contar, aliviar y hasta exorcizar esos demonios internos que todos tenemos: There’s an ash that burns in beauty’s fire / Another fawning light lost in its night / I’m an ash that burns in beauty’s fire / And I fall, and I fall upon its fragile knife / And I beg for each to take my life

7. Viagra Boys – viagr aboys

¿Qué puede hacer mejor al post-punk? Más post-punk. Y si le metemos a la fórmula humor, un estilo musical ecléctico y críticas sociales, mucho mejor. Desde Suecia, los Viagra Boys condensaron todos estos elementos para producir un álbum que presenta un viaje divertido y frenético: “Viagr Aboys”.

Antes de comenzar con la producción de “Viagr Aboys”, el grupo dejó en claro que su nuevo álbum sería una continuación de “Cave World” (2022), pero “un poco diferente” porque, en palabras de Sebastian Murphy, la idea de todo era crear un disco “simple y estúpido” porque eso refleja su personalidad. Y lo logró.

Además de seguir utilizando el humor negro y la sátira como parte de su narrativa para abordar temas como la ansiedad moderna, la cultura del internet, el hipermaterialismo y la masculinidad tóxica, los Viagra Boys van más allá del post-punk para explorar otros géneros como garage rock, jazz, new wave, country e incluso una balada de piano como la cereza del pastel.

Como lo más importante de toda obra es su introducción, canciones como “Man Made of Meat” y “The Bog Body” buscan mostrar la degradación social, los celos y la ansiedad a envejecer, mientras te atrapan con un riff crudo y un gancho rítmico propio del garage rock al mejor estilo de The Hives. Obvio que las críticas sociales nunca paran. Murphy toma cosas de la cotidianeidad y su vida privada para reflejar aquello que afecta a un buen número de personas. Por ejemplo, “Uno II” está inspirada en su perro y plasma los miedos de ir al médico y la vigilancia constante.

Por otro lado, canciones como “Medicine for Horses” se presenta como un descanso merecido ante tanto desenfreno. Una melodía hermosa y de ensueño, que sirve como pausa antes de continuar con la locura. Dicho esto, si eres de los que disfrutan de un rock crudo, con humor negro y críticas perspicaces que están ocultas para la mayoría, “Viagr Aboys” es un disco que vas a disfrutar de principio a fin.

6. Geese – Getting Killed

Durante la primera década del siglo XXI, el indie rock dominó las estaciones de radio y playlists en todo el mundo. Bandas como Stereophonics, Kaiser Chiefs, Franz Ferdinand, Arctic Monkeys, The Strokes, Interpol, Arcade Fire, Zoé, Él Mató a un Policía Motorizado y muchas otras más, dominaron la época con una mentalidad de “vuelta a la bases” donde la crudeza del garage rock y el post-punk revival brillaron sin igual.

Sin embargo, como le pasaba a Mafalda con la sopa, más de lo mismo tiende a ser tedioso. Enfermizo. Y en esa búsqueda de marcar la diferencia en el mundo del indie rock aparece Geese con “Getting Killed”, un álbum experimental donde los sonidos eclécticos bailan en perfecta armonía al son de ritmos heavy, art rock, jazz, funk, post-punk y prog de por medio.

Bajo la producción de Kenny Beats,“Getting Killed” te lleva a un paseo de 45 minutos plagado de grandes riffs, una instrumentación fuera de lo común y letras conmovedoras que abordan temas desde la angustia existencial hasta el amor. Sin embargo, es la voz de Cameron Winter quien se roba todas las luces. El canto de Winter recuerda a los tonos Thom Yorke (Radiohead) y Mick Jagger (Rolling Stones), un elemento que agrega una capa más profunda y emocional a la lírica.

En sus 11 canciones, “Trinidad” es la explosión caótica necesaria para hacerle entender al oyente de que “este no es un álbum más de indie rock”. Entre riffs pegajosos, una batería estruendosa que recuerda al noise rock y Winter gritando “There’s a bomb in my car”, la banda preparada el mood de un disco que experimentará de principio a fin. Después del caos, sigue la paz con “Cobra” donde el ambiente se torna más melódico y relajado, mientras las palabras “baby” y “forever” retumban con la fuerza del mejor pop.

Si bien la voz de Winter destaca sin igual, los instrumentos -también- se desenvuelven a la perfección. Para los más técnicos, encontrarán felicidad en 100 Horses” y “Taxes”. La primera destaca por ser una pieza frenética y llena de energía, donde se puede sentir el funk y la buena percusión; por otro lado, la segunda abre con una introducción polirrítmica, seguida de una guitarra vibrante para ir in crescendo con la voz de Winter hasta convertirse en todo un himno de rock. ¿Y la letra? Humorística, con críticas al sistema y toques religiosos: If you want me to pay my taxes / You’d better come over with a crucifix / You’re gonna have to nail me down.

“Getting Killed” es el grito al cielo de una banda que busca escapar de la monotonía del indie rock tradicional. Una evolución artística donde Geese experimenta y abraza las contradicciones de ser ruidoso y reflexivo, lógico e irracional, calmo y caótico. Sí, toda una experiencia que -seguramente- se convertirá en un clásico moderno en los años venideros.

5. Three Days Grace – Alienation

Las mejores historias son las de revancha. Sobre todo aquellas donde el protagonista se supera así mismo y sigue su lucha sin descanso. Al mejor estilo de Rocky, Three Days Grace se levanta para un round más con Adam Gontier a la cabeza para lanzar “Alienation”, un regreso triunfal a las buenas épocas de la banda.

En pocas palabras, “Alienation” es el resultado de una grupo que busca reencontrarse con el sonido que los hizo grandes en el pasado. Con Gontier de regreso y Matt Walst a la par, el álbum es todo un retorno glorioso por parte de Three Days Grace que explora la crudeza emocional y nuevas perspectivas sin perder el toque de post-grunge y alt rock que los ha caracterizado en sus primeros años.

“Dominate” sirve como una apertura explosiva, con toques de nu-metal, para mostrar que el tono del álbum es sinónimo de potencia. Por otro lado, canciones como “Kill Me Fast” y “Apologies” bajan un cambio y muestran el lado emocional del disco, mientras tratan temas como el abuso de sustancias, el arrepentimiento y la vulnerabilidad emocional.

Sí, Alienation” combina lo mejor del pasado y el presente de Thre Days Grace para sacar un gran disco de post-grunge y hard rock. El regreso de Adam Gontier y la presencia de Matt Walst dotaron a la banda de una nueva fuerza creativa, que supo conectar con los fans que estuvieron en los primeros pasos del grupo y aquellos que recién los descubren.

4. Wednesday – Bleeds

Si algo tiene el country rock, es una capacidad tremenda de contar historias auténticas sobre la vida cotidiana, el amor, la pérdida, dificultades y muchas otras “luchas” que los mortales tenemos. Y si le agregas un toque de shoegaze, grunge y alt-country al mix, tienes como resultado:“Bleeds” de Wednesay, una mezcla de caos y belleza que te mueve el suelo.

Si bien no es la Addams, la oscuridad y crudeza no se le escapa a Wednesday. Al son del “countrygaze” (country + shoegaze), con “Bleeds”, la banda logra capturar la crudeza y oscuridad que hay en la vida sureña. Como si se tratase de una historia, el álbum te narra cómo es la vida en un pueblo pequeño mientras explora temas como el amor, pérdidas y las realidades desordenadas.

Ahora, la verdadera magia de “Bleeds” está en el dinamismo musical de ir del ruido a la calma, la voz hipnótica de Karly Hartzman, guitarras distorsionadas a todo lo que dan y melodías country. Todos estos ingredientes son el núcleo central del éxito del álbum. Canciones como “Candy Breath” y “Elderberry Wine” te llevan del estruendo a la paz del sonido Americana; mientras que “Townies” y “Carolina Murder Suicide” te matizan las vivencias de un pueblito, a veces oscuras, en la conmovedora letra de Hartzman.

Lo bello de “Bleeds”, más allá de todo lo expuesto, es que es honesto. Entre la crudeza y el humor negro, al igual que la música country, Wednesday te lleva por una odisea emocional, donde te invita a explorar temas como el mal de amores, traumas, búsqueda de la dignidad y más. Sí, un disco muy personal donde los problemas de los citadinos y pueblerinos se pueden encontrar a la par.

3. CREEPER – Sanguivore II: Mistress of Death

“Rock music is a horny vampire, and tonight, it is feasting upon you”.

“Cierren el estadio”, diría el “Coco” Basile porque no hay mejor forma de describir al rock. Agresivo, crudo, rápido, sexy y tenebroso. Como un vampiro que te acecha por las noches y lo único que puedes hacer es correr, Creeper aparece en la noche con “Sanguivore II: Mistress of Death”, una secuela donde el rock gótico, el horror punk y el glam de los ’80 se fusionan en todo un espectáculo de ultratumba.

Como ya dijimos, “Sanguivore II: Mistress of Death” es una secuela del ya aclamado “Sanguivore” (2023). En ambos álbumes, la temática de los vampiros es central. Sin embargo, lo que cambia es la historia de cada uno: la primera parte relata la historia de amor de Mercy, vampiresa convertida a los 19 años, y Spook, un anciano al que controla; y la segunda sigue a una banda de rock de vampiros en una gira llena de violencia y excesos, mientras son perseguidos por Mistress of Death.

“Sanguivore II: Mistress of Death” es todo un cariño para los fans de The Sisters of Mercy, Meat Loaf, Danzig, Misfits, The Cult, The Damned, Ghost o AFI. Creeper demuestra que las segundas partes -también- son excelentes, al mezclar géneros que van desde el horror punk al rock gótico, del darkwave al glam rock con guitarras potentes y una puesta en escena digna de una ópera.

Más allá de la épica introducción que hace la legendaria Patricia Morrison, “Mistress of Death” presenta al verdugo que persigue a la banda durante su noche de excesos. Entre coros teatrales, riffs pesados y tonos dignos del mejor glam, la canción muestra que para la “princesa del dolor y el castigo” no hay límites ni escapatoria. Para quienes extrañen el sonido punk original de Creeper, “Headstones” es todo lo que está bien. Y si buscas refugio en el darkwave de los ’80, prueba con “The Black House”.

Con “Sanguivore II: Mistress of Death”, Creeper trae una secuela brillante y artísticamente divertida, donde se plantan como uno de los actos más importantes del horror punk, rock gótico y glam, mientras profundiza en las historias de vampiros al mejor estilo de Lestat. Ojalá salga una tercera parte, porque toda buena saga necesita un cierre épico (y sangriento, en este caso).

2. Steven Wilson – The Overview

Si Christopher Nolan hubiera filmado “Interstellar” en pleno 2025, es seguro que “The Overview” de Steven Wilson sea parte del soundtrack. Es que, literalmente, el álbum es eso: una odisea por el espacio. Como la de Kubrick, pero orquestada por Wilson.

Para entender a “The Overview”, es necesario comprender su concepto: trata sobre el “efecto de visión general”, un cambio cognitivo y emocional que experimentan los astronautas al ver la Tierra desde el espacio. En este caso, nosotros somos los viajeros espaciales y el álbum sirve de catalizador para mostrarnos esa sensación.

Para lograr ese efecto, Steven Wilson combinó el estilo del prog clásico de los primeros trabajos de Pink Floyd, King Crimson, Yes, Tangerine Dream y el toque moderno de Porcupine Tree. A su vez, como busca contar una historia y brindar toda una experiencia única, dividió el álbum en dos capítulos de varias partes: “Objects Outlive Us” y “The Overview”.

La primera parte del disco (“Objects Outlive Us”) explora el contraste entre lo mundano de la vida humana y la inmensidad del cosmos, mientras que la segunda (“The Overview”), usando la voz de la esposa de Wilson como narradora, enumera los objetos celestes y sus distancias. Para lograr una inmersión total, durante 42 minutos, el álbum pasa desde la melancolía acústica hasta partes de prog pesado donde Wilson y McStine brillan en las guitarras, mientras que Russell Holzman hace lo propio con la batería. Por otro lado, la sensación de viaje espacial recae en el uso de la electrónica y sintetizadores que recuerdan a Tangerine Dream o los primeros álbumes de Porcupine Tree.

Durante 42 minutos, con “The Overview”, Steven Wilson no busca contarte una historia sino brindar una experiencia. Es hermoso y técnicamente brillante, el cual nos ofrece un gran viaje inmersivo de prog rock sacado del espacio. ¿En resumen? Una película que sólo puede ser disfrutada por los oídos más pacientes y atentos.

1. Turnstile – NEVER ENOUGH

Para los más puristas del hardcore punk, este álbum es una aberración. Sin embargo, para quienes van más allá y les gusta experimentar con nuevos géneros, “NEVER ENOUGH” de Turnstile es toda una caja de sorpresas llena de varios géneros y momentos para ir al pogo. Sí, un equilibrio entre la belleza de las mezclas y el descontrol.

“NEVER ENOUGH” es una apuesta por parte de Turnstile, donde la banda huye -por momentos- del hardcore punk que ya nos tenía acostumbrados en “Time & Space” (2018) y “Glow On” (2021) para sumergirse de lleno en un sonido de ensueño, donde la energía del punk converge con el alt rock, pop, house, new wave y el post-punk en perfecta armonía. La banda de Baltimore no sólo experimenta con la mezcla de géneros, también lo hace en la puesta en escena que plasma en cada canción y la idea de sumar más instrumentos a la fórmula como sintetizadores, violonchelo, trompetas, flautas y hasta un saxofón.

A medida que avanza “NEVER ENOUGH”, te das cuenta que en sus letras la banda explora temas como la angustia, la duda y la soledad, sin perder la energía característica de la banda: I’m happy to sink into regret / If only to lose myself in it / All because you know I care / All because you know I’m there. Para los más nostálgicos, canciones como “I CARE” o “SEEIN’ STARS” te recuerdan actos como Soda Stereo, Men At Work, Police, The Clash, The Smiths y muchos más.

Siendo honestos, es extraño escuchar la voz de Brendan Yates en temas que no sean de hardcore punk. Sin embargo, eso es lo maravilloso. Te muestra su rango vocal y facilidad de camuflarse en temas inmersivos como el homónimo del álbum, para luego descargar toda la furia y energía en canciones como “SUNSHOWER” o “BIRDS”.

¿Y el resto? Tampoco se quedan atrás: los riffs de Pat McCrory y Meg Mills son excelentes, la batería de Daniel Fang sigue vibrante como siempre y el bajo Franz “Freaky” Lyons es todo lo que está bien en esta vida.

Con “NEVER ENOUGH” la banda demuestra madurez en su sonido y la búsqueda de romper los límites del hardcore punk, al buscar experimentar con otros géneros. Si bien el álbum no es una producción para puristas, el disco es auténtico a su modo. Sí, es la demostración de una banda que asume riesgos con audacia, busca dejar su huella en esta vida y muestra la rebeldía humana de ir más allá. Eso es punk. Eso es Turnstile.

Menciones honoríficas: los que no entraron al TOP 10

Seamos honestos: elegir 10 álbumes para armar un listado es toda una tarea titánica. Muchas reproducciones y discusiones hubieron de por medio para lograrlo. Fueron muchos los discos que se quedaron afuera y no por falta de calidad. No, claro que no. Cada uno de ellos merece ser mencionado, ya que demostraron ser maestros de la técnica instrumental y la honestidad emocional en sus letras.

Sin embargo, la vara este año estuvo alta en el mundo del rock: la audacia para mezclar géneros sin fallar, el dominio de los instrumentos y la crudeza emocional no tuvieron piedad con ninguno. En definitiva, aquellos que este año decidieron ser un poco más ruidosos, un poco más creativos y mucho más salvajes que el resto alcanzaron la cima.

Sin más demora, estos son los álbumes que terminaron de musicalizar el 2025. Si bien no entraron en este top, es muy probable que sí lo hagan en otros porque, como dicen por ahí, “sobre gustos no hay nada escrito”:

  • The Hives – The Hives Forever Forever The Hives
  • Mirador – MIRADOR
  • Hayley Williams – Ego Death at a Bachelorette Party
  • Mammoth – The End
  • Militarie Gun – God Save The Gun
  • The Black Keys – No Rain, No Flowers
  • The Dirty Nil – The Lash
  • Chevelle – Bright as Blasphemy
  • The Cold Stares – The Southern, Pt.2
  • Tropical Fuck Storm – Fairyland Codex
  • H.E.A.T. – Welcome to the Future
  • Joanne Shaw Taylor – Black & Gold
  • Alice Cooper – The Revenge of Alice Cooper
  • Model/Actriz – Pirouette
  • Yungblud – Idols
  • Halestorm – Everest
  • Dorothy – THE WAY
  • The Darkness – Dreams on Toast
  • Christone “Kingfish” Ingram – Hard Road
  • Robert Plant – Saving Grace
  • DE’WAYNE – june
  • Larkin Poe – Bloom
  • Samantha Fish – Paper Doll
  • Violent Vira – Lover of a Ghost



Fuente: www.clarin.com

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